CMen Q.20: ¿Dejó Dios a todo el género humano perecer en su estado de pecado y de miseria?
Habiendo Dios, de su propia soberana voluntad, elegido desde el principio a los que han de gozar de la vida eterna, entró en una alianza de gracia para libertarles de su estado de pecado y de miseria, e introducirles en un estado de salud, por medio de un Redentor. Hechos 13:48; Ef. 1:4–5; 2 Tes. 2:13–14; Gen. 3:15; Gen. 17:7; Ex. 19:5–6; Jer. 31:31–34; Mateo 20:28; 1 Cor. 11:25; Heb. 9:15.
CMay Q.30: ¿Dejó Dios a todo el género humano perecer en su estado de pecado y de miseria?
Dios no dejó perecer a todos los hombres en su estado de pecado y de miseria, g) en que habían caído por el quebrantamiento del primer pacto llamado comúnmente pacto de obras, h) sino que por su puro amor y misericordia libertó a sus elegidos, sacándolos de tal estado e introduciéndolos en uno de salvación por un segundo pacto generalmente llamado pacto de gracia, i)
g) I Tes. 5:9. h) Gal. 3:10. i) Tit. 3:4-5; 1:2; Gal. 3:21; Rom. 3:20-22.
CFW 7.3.
El hombre, por su caída, se hizo incapaz para la vida que tenía mediante aquel pacto, por lo que agrado a Dios hacer un segundo pacto, (1) llamado comúnmente el Pacto de gracia, según el cual Dios ofrece libremente a los pecadores vida y salvación por Cristo, exigiéndoles la fe en EL para que puedan ser salvos, (2) y prometiendo dar su Espíritu Santo a todos aquellos que ha ordenado para vida, dándoles así voluntad y capacidad para creer.(3)
1. Gálatas 3:21; Romanos 8:3; Romanos 3:20,21; Isaías 42:6; Génesis 3:15.
2. Marcos 16:15,16; Juan 3:16; Romanos 10:6;9; Gálatas 3:11.
3. Ezequiel 36:26,27; Juan 6:44,45.