CMay Q.4: ¿Cómo sabemos que las Escrituras son la palabra de Dios?
Las Escrituras manifiestan en sí mismas que son la palabra de Dios por su majestad g) y pureza, h) por el consentimiento de todas sus partes, i) y por el fin que se proponen en el todo, cual es dar toda gloria a Dios; j) por su luz y poder para convencer a los pecadores, para consolar y edificar a los creyentes para la salvación; l) pero el Espíritu de Dios dando testimonio con las Escrituras y por medio de ellas al corazón del hombre, es el único que puede persuadir plenamente de que son la verdadera palabra de Dios. ll)
g) Is. 66:1. Véase Amos 9: 2, 3, 4; Sal. 76. h) Sal. 12:6; 119; 140; i) Hch. 10:43; 26:22.
j) Rom. 3: 19, 27; l) Hch. 18:28; Sant. 1:18; Sal. 19:7-9; ll) Juan 16:13,14; I Juan 2:20, 27.
CFW 1.5.
El testimonio de la Iglesia puede movernos e inducirnos a tener para las Santas Escrituras una estimación alta y reverencial; (1) a la vez que el carácter celestial del contenido de la Biblia, la eficacia de su doctrina, la majestad de su estilo, la armonía de todas sus partes, el fin que se propone alcanzar en todo el (que es el de dar toda gloria a Dios), el claro descubrimiento que hace del único modo por el cual puede alcanzar la salvación el hombre y las muchas otras incomparables excelencias y su entera perfección son todos argumentos por los cuales la Biblia demuestra abundantemente que es la Palabra de Dios. Sin embargo, nuestra persuasión y completa seguridad de que su verdad es infalible y su autoridad divina proviene de la obra del Espíritu Santo, quien da testimonio a nuestro corazón con la palabra divina y por medio de ella. (2)
1. 1 Timoteo 3:15.
2. 1 Juan 2:20,27; Juan 16:13,14; 1 Corintios 2:10,11; Isaías 59:21.